el gran ídolo de la hinchada del recién ascendido Darmstadt... pese a que ni siquiera ostenta la condición de titular indiscutible.
No hay entrevista en la que su barba no salga a relucir. "A veces me pica un poco, pero no me molesta, aunque lo más importante es que no le moleste a mi novia", confiesa entre risas. El origen del cambio de look de Sailer poco tiene que ver con la moda: "La barba me ha traído mucha suerte y por eso continúo llevándola".
Para desgracia de su madre, el icono mediático del Darmstadt acumula 11 meses sin afeitarse y su barba, según aseguran desde Alemania, supera los 20 centímetros de longitud. Sailer no escatima en cuidados hacia esa segunda melena que le confiere aspecto de guerrero vikingo: se aplica a diario champú, acondicionador y aceite de Bart para hacer más flexible el vello facial.
"Se ha convertido en mi pequeño bebé, tengo que cuidar de ella", confiesa. La pregunta del millón es: ¿hasta cuando aguantará sin afeitarse? "Ese honor le corresponderá a mi novia. Cuando suceda, será subastado por caridad", apunta Sailer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario